La idea es sencilla: el cliente necesita un producto concreto para el desarrollo de su actividad, o bien desea mejorar alguno del que ya dispone (aumentar capacidad, reducir costes de fabricación, aligerar pesos o volúmenes, etc.)
En la actualidad el rotomoldeo permite la fabricación de casi cualquier producto por complicado de formas o voluminoso que sea; además, es un sistema con unos costes muy ajustados, por lo que optar por el rotomoldeo para desarrollar esas ideas es la opción más inteligente.
El rotomoldeo para Rotogal es una forma de vida, una forma de crear. Crear es construir algo de la nada, darle forma, hacerlo físico. Y esto es lo que es el rotomoldeo para nosotros, crear a partir de la nada, o de un diseño, o de un encargo. Modelar con plástico, formalizar una idea, esculpir con polimeros. En una palabra: crear formas.
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