Desde Rotogal esta semana queremos tratar nuestro proceso estrella en la empresa: el rotomoldeo. Este proceso, también denominado moldeo rotacional, se compone de las siguientes fases:
Fase 1. Se deposita el polímero, ya sea pulverizado o en estado líquido, dentro del molde. Una vez hecho esto, se cierra el molde asegurando su estanqueidad, aunque éste deberá haber sido construido de forma que al final del proceso sea posible abrirlo y recuperar la pieza elaborada. La cantidad de polímero necesaria ha de ser previamente calculada según las dimensiones requeridas para la pieza a fabricar.
Fase 2. El molde ya cerrado es introducido en un horno a temperaturas entre 250-450º C (fundiendo o sinterizando el material), donde comienza a girar lentamente alrededor de dos ejes perpendiculares que pasan por el centro de gravedad de la pieza. El movimiento rotacional es el causante de que el polímero se adapte a las paredes internas del molde, cubriendo toda la superficie con una pared relativamente uniforme, quedando así la pieza hueca.
Fase 3. Se procede al enfriamiento del molde. En este proceso el material que se puede aplicar es, comúnmente se utilizan materiales termoplásticos, sin embargo, también se pueden utilizar termoestables y látex. Los termoplásticos más comunes son polietileno (HDPE-LDPE), policloruro de vinilo (PVC), polipropileno (PP), poliestireno (PS), acrilonitrilo butadiense estireno (ABS), etc. De los materiales termoestables se utilizan por ejemplo el poliéster RFV, la resina de PU y las resinas de poliéster y epoxi.
Fase 4. Se extrae la pieza ya solidificada y ya tenemos nuestro producto listo.
Si quieres saber más acerca de nuestra gama de productos realizada a través de la técnica de rotomoldeo visita nuestra página web: http://www.rotogal.com